Publicado por RADIO LA VOZ DEL ÁNGEL el 21 de Marzo del 2020
La Insuficiencia Venosa Crónica, conocida por sus siglas como IVC, es la incapacidad de las venas para realizar el adecuado retorno de la sangre al corazón, lo que provoca la acumulación de ésta en las piernas, dando lugar a diferentes síntomas y problemas.
Las venas y arterias juegan un papel fundamental en el correcto funcionamiento de nuestro sistema circulatorio, puesto que son las encargadas de transportar la sangre desde el corazón a todo el cuerpo en dos direcciones: desde el órgano a las diferentes partes del organismo –arterias-, y a la inversa –venas-. Las paredes de las venas tienen unas válvulas diminutas que se abren y se cierran, y sirven para ayudar a controlar la presión y el flujo de la sangre, facilitando su adecuado retorno al corazón.
En el caso de las piernas, existen fundamentalmente dos sistemas que permiten que la sangre venza la fuerza de la gravedad y regrese al corazón:
Las válvulas que existen en las paredes de las venas. Sólo tienen un movimiento unidireccional ascendente hacia el corazón, lo que permite el flujo.
El segundo sistema es conocido como bomba muscular. Las venas de las extremidades inferiores se encuentran situadas entre los músculos, por eso, con cada paso que damos, se produce una contracción muscular que exprime las venas y permite el flujo ascendente de la sangre. Este es el motivo por el que se aconseja caminar o realizar ejercicio físico para favorecer la circulación.
Sin embargo, cuando las venas de las piernas pierden elasticidad, se dilatan y provocan que las mencionadas válvulas estén muy separadas unas de otras y no cierren bien. Como consecuencia, la sangre, atraída por la fuerza de la gravedad, se acumula en las piernas, produciendo la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), una enfermedad cuyas principales manifestaciones son las varices y las piernas cansadas. El sedentarismo y la falta de ejercicio también pueden predisponer al desarrollo de esta patología, dado que la bomba muscular no se activa.
Los síntomas de la IVC afectan al 30% de los adultos españoles, según datos del Capítulo Español de Flebología. Así pues, en nuestro país la padecen cerca de 15 millones de personas, de las cuales se estima que un 60% de los casos no está diagnosticado.
Además de ser indispensable en la cocina por su multifuncionalidad, el Aceite de Pepita de Uva es mundialmente reconocido por sus propiedades beneficiosas para la salud. Es un aceite eminentemente poliinsaturado, muy rico en ácido linoleico (ácido graso que no es producido por el cuerpo humano y, sin embargo, es esencial para el mantenimiento de los tejidos y que ayuda a reducir el nivel de colesterol).
El aceite de pepitas de uva provee vitamina E y una alta concentración de ácido linoleico (76%) y ácido linolenico, ácidos grasos esenciales, también llamados Omega 6 y Omega 3 muy importantes en la síntesis de prostaglandinas, sustancias necesarias para reducir la agregación de las plaquetas de la sangre y para reducir cualquier tipo de inflamación. Omega 6 y Omega 3 no son sintetizados por el organismo humano y es necesario introducirlo en la dieta alimenticia.
Las semilla de uva limpia y nutre la sangre, combate las varices y los moretones. Estimula los riñones para que funcionen correctamente. Tiene acción anticoagulante, reactiva la circulación de la sangre evitando la insuficiencia venosa, evita flebitis, inflamación de piernas, calambres, fortalece los vasos sanguíneos, previene trombosis, evita estreñimiento pues es laxante suave, es antibacterial y antiinflamatorio.
Combate problemas cardiovasculares, palpitaciones, fortalece el ritmo cardiaco, previene la presión sanguínea elevada y los niveles elevados de colesterol y triglicéridos que se producen cuando no existe una alimentación adecuada y se está exagerando en la ingesta de grasas, es un gran auxiliar en problemas de obesidad, venas tapadas, venas como arañitas en las piernas, moretones por fragilidad capilar.
Se puede usar el aceite de semilla de uva o la uva estandarizada o el té de parra para que las venas se reestructuren.
Esta planta corrige los desperfectos en la membrana celular. Combate arteriosclerosis, minimiza el daño de la fibromialgia. Ataca malestares de la artritis por ser un antioxidante, se elimina el reumatismo pues es antiinflamatorio, permite la flexibilidad de articulaciones.
Ayuda a combatir quistes, tumores, cualquier tipo de cáncer que puede ser en matriz, mama, hígado, próstata, además fortalece el sistema inmunológico. Combate el virus del papiloma humano.
Una bebida para atacar el cáncer es: clorofila en polvo y semilla de uva en polvo, revolverlas y agregar una cucharada cafetera a un litro de agua, no se hierve, se toma como agua de uso.
El aceite de semilla de uva nutre el cabello y las uñas, permite que crezcan fuertes. Tomando una capsula tres veces al dia se evita la fragilidad capilar y la caída del cabello. Es gran auxiliar en alergias como la rinitis.
Combate la mala digestión, la inflamación estomacal, el estomago perezoso. Permite la buena salud de la piel, evita barros y espinillas que se producen por intoxicación del organismo, también en casos de eccemas, herpes o psoriasis se puede tomar esta planta para combatirlos. Es un gran antioxidante, combate estrías y arrugas pues regenera la piel, previene vejez prematura, ayuda a la piel seca y grasa.
Ayuda a la circulación ocular, previene cataratas, beneficia a los pacientes con rinopatia diabética, glaucoma, con daño macular. Mejora la visión en general pues agiliza la circulación venosa, elimina el cansancio ocular y el dolor en la frente.
Tiene propiedades hemostáticas, sirve en hemorragias vaginales, sangrados nasales y encías. A los niños los protege de los cambios climáticos, limpia los pulmones, protege de los años de la contaminación del tabaco.
Regenera el sistema nervioso, disminuye el estrés y el insomnio. Estabiliza cuando se sube y baja de peso, es un relajante nervioso, es útil para la depresión. Nutre los nervios, se evitan los calambres, el adormecimiento de los nervios periférico que están en manos y pies, se evita el caos en los pensamientos, los olvidos, la falta de concentración, la carencia de nutrientes que se evidencia en la falta de comunicación entre neuronas, evita la insuficiente coordinación en los reflejos.
Puede ocurrir que los nutrientes que llegan al organismo en ocasiones no se absorben porque se tienen problemas digestivos. Debemos buscar razonamiento y sentido común, cual es la solución a nuestros problemas y no asistir al psicólogo porque tenemos mala memoria. Podemos deducir qué nutrientes no están llegando a las células y asegurar el abastecimiento, para salir de la problemática y la solución es tomar el aceite de semilla de uva.
Dosis de 150-300 miligramos diarios por 28-30 días es un rango de dosis efectivo para la mala circulación en las venas de las piernas. Se han estudiado otras dosis, pero muestran una efectividad poco clara. Por ejemplo, se han estudiado 150-400 miligramos hasta por dos meses para afecciones como la inflamación post-operatoria, la retinopatía diabética, la fragilidad vascular y otros problemas de la visión.
No hay efectos secundarios o interacción con algún medicamento cuando se consume con moderación. Sin embargo, una sobredosis de extracto de semilla de uva puede causar dolor de cabeza, náuseas, mareos y dolor abdominal. Al igual que con cualquier aceite en su dieta, no tome más de la dosis recomendada de aceite de semilla de uva, ya que puede conducir a la diarrea y heces blandas. No tome productos de semilla de uva si es alérgico a las uvas. Además, si está recibiendo tratamiento para enfermedades del corazón, o si está tomando algo para el colesterol en la sangre o medicamentos para reducir la presión o anticoagulantes, consulte a su médico antes. El aceite de semilla de uva no se recomienda para cocinar, ya que tiene una alta concentración de grasas poliinsaturadas. Los aceites con grasas poliinsaturadas altas tienden a sufrir rápidamente la oxidación cuando se expone al calor. Esta situación provoca que el aceite tienda a volverse rancio.
La colina es una amina de origen natural soluble en agua cuya fórmula química es C5-H15-NO2. La colina se aisló por primera vez en la yema de huevo, por ello también se le llama comúnmente lecitina (del griego “lekithos”, que significa yema de huevo), aunque en realidad la lecitina está compuesta de varias sustancias (fosfatidilcolina, fosfatidil etanolamina y fosfatidilinositol).
La colina es un nutriente esencial que cumple diversas funciones en el organismo, estando relacionada directamente con la función cerebral. Este nutriente a pesar de que es producido en pequeñas cantidades por nuestro organismo, es necesario ingerirlo a través de la dieta para evitar su deficiencia.
Es un precursor de la acetilcolina, una sustancia química que interviene en la transmisión de impulsos nerviosos, acelerando su producción y liberación por parte de las neuronas, ayudando a mejorar la memoria y facilitando el aprendizaje. Es necesaria para la producción de componentes esenciales de la membrana celular como lo son los fosfolípidos, fosfatidilcolina y esfingomielinas, los cuales no solo forman parte de la estructura de la célula sino también influyen en las funciones que ejerce, como en la señalización intracelular y la exportación hepática de lipoproteínas de baja densidad.
Ayuda a disminuir la inflamación en el organismo, disminuyendo además de la homocisteína otros marcadores como la proteína C reactiva, interleucinas y el factor de necrosis tumoral.
La colina también se encuentra involucrada en la síntesis de lípidos, regulación de vías metabólicas y desintoxicación del organismo, impactando la función del hígado. Podría además desempeñar funciones importantes en el desarrollo neurológico del feto, evitando el desarrollo de defectos del tubo neural.
Etapas de la vida Cantidad de colina (mg/día)
Recién nacidos y lactantes
0-6 meses 125
7-12 meses 150
Niños y niñas
1- 3 años 200
4-8 años 250
Niños
9-13 años 375
14-18 años 550
Niñas
9-13 años 375
14-18 años 400
Hombres (desde los 19 hasta los 70 años o más) 550
Mujeres (desde los 19 hasta los 70 años o más) 425
Embarazo (14 - 50 años) 450
Lactancia materna (14 - 50 años) 550
Hasta los 5g diarios, no se conocen efectos tóxicos, aunque se recomienda que si se toman dosis grandes, se complemente con calcio para equilibrar los altos niveles de fósforo proporcionados por la colina. A dosis mayores de 10g se pueden producir:
Diarreas y vómitos
Mal olor corporal o en las heces (a pescado podrido)
Arritmias cardíacas
FISIOLOGÍA DE LA MENOPAUSIA
Clave | Nombre |
Forma de prepararse | Poner todas las plantas por partes iguales en un frasco grande de preferencia de vidrio con tapa y capacidad de 1 litro. Rotularlo con la fórmula. Agitar para mezclar la fórmula Agregar el contenido de 1 cucharada sopera de la fórmula en 1 litro de agüa purificada o de preferencia de manantial. Que hierva la preparación 10 minutos y colar |
Modo de uso de las plantas |
Clave | Nombre |
Uso sugerido | Tomar una cápsula de cada una antes de cada alimento |
Clave | Nombre |
Uso sugerido | SE aplica con la yema de los dedos en forma circular y suavemente en el bajo vientre dos veces al día |
Al tomar aceite de semilla de uva con colina se reduce de manera considerable las varices, ya que desinflaman las venas y reactivan la circulación
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