Publicado por RADIO LA VOZ DEL ÁNGEL el 06 de Febrero del 2020
Antes de hablar sobre la pérdida de libido, veamos el lado bueno de la menopausia: al no haber menstruación ya no hay necesidad de utilizar anticonceptivos. La menopausia sucede en un momento en el que muchas mujeres se sienten más cómodas y seguras consigo mismas, y quizás en una relación estable. Además, los hijos probablemente ya se hayan independizado. Con todo esto, ¡se puede disfrutar de un sexo increíble, ya sea a solas o con un compañero!
La libido hace referencia al apetito sexual general o deseo. Algunas mujeres pueden experimentar pérdida de libido o disminución del apetito sexual durante la menopausia: ese deseo o sentimiento es menos frecuente y la energía sexual se reduce o desaparece. Este problema no preocupa a algunas mujeres, pero puede afectar a la sexualidad o relación de pareja de otras.
A continuación verás algunas de las razones físicas y psicológicas que se encuentran detrás de la pérdida o disminución del apetito sexual. Te recomendamos que acudas a tu médico o a un sexólogo para llegar al fondo del problema. No tienes por qué conformarte con esta situación: existen muchas opciones que podrían ayudarte enormemente.
Razones físicas de la pérdida de libido
La falta de deseo sexual puede deberse, entre otras cosas, a los cambios hormonales que se dan en la mujer durante la menopausia. Si ya los sofocos y sudores nocturnos no eran suficientes, la caída en los niveles de estrógeno durante esta etapa afectan también a la vagina con síntomas como:
Aumento de la sequedad
Pérdida de elasticidad
Pérdida de sensibilidad
Reducción del canal vaginal
Estos síntomas se suelen ser causados por la llamada atrofia vaginal, consecuencia de la caída de estrógeno. Cuando el sexo viene acompañado de dolor, es lógico que se empiece a perder el deseo y el interés por el sexo. De hecho, el dolor durante la penetración puede derivar en vaginismo, una afección en la que los músculos vaginales se tensan involuntariamente debido a la anticipación del dolor.
Las isoflavonas de soya son un grupo de compuestos bioactivos, no nutritivos, de naturaleza fenólica, no esteroidal, encontrados en la soya y alimentos derivados.
Los compuestos más importantes del grupo de las isoflavonas son la genisteína (5, 7, 4'-trihidroxiisoflavona) y la daidzeína (7, 4' dihidroxiisoflavona). Existe una tercera, pero de escasa relevancia nutricional: la gliciteína (4',7- dihidroxi-6-metoxiisoflavona).
Comparten con otros compuestos la capacidad de unión a los receptores estrogénicos de distintas células y tejidos, por lo que pueden actuar como fitoestrógenos.
La más conocida es que combate los síntomas de la menopausia: ansiedad, sofocos, sudoración, inestabilidad emocional, dolores de cabeza, depresión, etc.
Favorecen la absorción del calcio lo que ayuda a combatir la osteoporosis (relacionada con la menopausia).
Disminuyen los niveles del colesterol “malo”.
Tienen una poderosa acción antioxidante.
Son anticancerígenas y se recomienda para combatir el cáncer de próstata, mama y colon.
Mejoran el sistema inmunológico.
Combaten la sequedad vaginal.
Favorecen la actividad cerebral.
Previenen y evitan la obesidad y la diabetes.
Protegen la salud del corazón.
Contienen minerales como el hierro, cobre, magnesio, fósforo, potasio y vitaminas como la B1.
Proporcionan elasticidad e hidratación a la piel.
¿Cómo se toman las isoflavonas de soya?
En mujeres con una edad superior a los 45 años se recomienda una mayor ingesta diaria de este suplemento, 1.500 mg/día.
Debido a los cambios hormonales, es necesario tener en cuenta algunas recomendaciones sobre la salud y la alimentación. La mujer climatérica tiene más riesgo de osteoporosis, alteraciones de los lípidos sanguíneos y aterosclerosis, así como de un incremento de peso.
Las isoflavonas inhiben los receptores tirosina-cinasa , por lo que antagonizan los efectos de la insulina en tejidos insulino dependientes. Estos efectos han sido demostrados en adipocitos de rata. Aunque las isoflavonas no han producido casos de hiperglucemia en individuos diabéticos, es posible la aparición de una resistencia a la acción de la insulina.
Se ha demostrado en ensayos in vitro que las isoflavonas producen una disminución de los receptores hepáticos de insulina y una disminución de su afinidad por la insulina.
FALTA DE CALCIO EN LA MENOPAUSIA *
Clave | Nombre |
6882 | SÉSAMO Semilla BSA. DE 060g |
6600 | ENELDOS Semilla BSA. DE 060g |
6517 | MACADAMIA Hoja C/T BSA. DE 060g |
6582 | SUELDA CONSUELDA Raíz BSA. DE 060g |
6772 | TÉ NEGRO MEXICANO Hoja C/T. BSA. DE 060g |
6638 | HIERBA DEL NEGRO Hoja C/T BSA. DE 060g |
Forma de prepararse | Poner todas las plantas por partes iguales en un frasco grande de preferencia de vidrio con tapa y capacidad de 1 litro. Rotularlo con la fórmula. Agitar para mezclar la fórmula Agregar el contenido de 1 cucharada sopera de la fórmula en 1 litro de agua purificada o de preferencia de manantial. Que hierva la preparación 10 minutos y colar |
Modo de uso de las plantas | 1.- Tomar como agua de uso |
Clave | Nombre |
2387 | OMEGA 3 BSA. CON 60 |
2443 | ISOFLAVONAS DE SOYA BSA. CON 060 |
2479 | MANGO AFRICANO Semilla (Irvingia gabonensis) BSA. CON 060 |
2335 | TORTUGA Aceite BSA. CON 060 |
Uso sugerido | Tomar una cápsula de cada una, antes de cada alimento |
Las isoflavonas de soya son un excelente tratamiento para enfermedades cardiovasculares, pero también contrarresta los síntomas de la menopausia
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