Publicado por RADIO LA VOZ DEL ÁNGEL el 30 de Octubre del 2020
¿Qué son las plaquetas?
Las plaquetas (trombocitos) son fragmentos celulares pequeños (2-3 ?m de diámetro), ovales y sin núcleo. Se producen en la médula ósea a partir de la fragmentación del citoplasma de unas células gigantes llamadas megacariocitos quedando libres y circulando por la sangre.
Las plaquetas participan en la formación de coágulos sanguíneos y en la reparación de vasos sanguíneos dañados. Cuando un vaso sanguíneo se lesiona, las plaquetas se activan y ocurre un proceso de transformación de las plaquetas para convertirse en un tapón plaquetario, este proceso se divide en tres etapas: adhesión, secreción y agregación.
Hay numerosos trastornos de la función plaquetaria genéticos hereditarios (transmitidos de uno de los padres o ambos a los hijos), que pueden dividirse en grupos según el tipo de anomalía (es decir, trastornos de la adhesión plaquetaria, agregación, secreción plaquetaria, actividad procoagulante plaquetaria, anomalías combinadas de número y función) además de trastornos de disfunción plaquetaria adquirida (de una variedad de enfermedades y drogas).
En la adhesión, las plaquetas se adhieren al área lesionada y se expanden a lo largo de la superficie dañada para detener la hemorragia. En este proceso intervienen varías glucoproteínas de la membrana plaquetaria, el factor Von Willebrand, el colágeno y la membrana basal.
En la secreción, pequeños sacos ubicados al interior de las plaquetas y llamados gránulos van a liberar señales químicas (ADP, serotonina y tromboxano A2), que alertan a otras plaquetas a unirse para formar el tapón plaquetario.
En la agregación, las sustancias químicas liberadas por los gránulos atraerán a otras plaquetas al sitio de la lesión, pegándose bien unas a otras, provocando su aglutinamiento para formar el tapón plaquetario.
En algunas situaciones el tapón plaquetario puede ser efectivo para detener la hemorragia. Sin embargo, si la herida fuera grande, otras proteínas llamadas factores de coagulación se reclutan en el sitio de la lesión. Estos factores de coagulación trabajan en conjunto sobre la superficie de las plaquetas para formar y solidificar el coágulo de sangre.
¿Qué son los trastornos plaquetarios?
Los trastornos plaquetarios son defectos en la función plaqueta, es decir las plaquetas no funcionan en el modo en el que debieran, lo que provoca una tendencia a las hemorragias o a los moretones. Debido a que el tapón plaquetario no se forma correctamente.
Los trastornos plaquetarios incluyen
Un aumento anormal de plaquetas (trombocitemia y trombocitosis reactiva)
Una disminución de plaquetas (trombocitopenia)
Disfunción plaquetaria.
Cualquiera de estos trastornos, aun aquellos en los que hay aumento de plaquetas, pueden provocar la formación defectuosa de los tapones hemostáticos y hemorragia.
El riesgo de hemorragia es inversamente proporcional al recuento de plaquetas y la función plaquetaria. Cuando la función plaquetaria se reduce (p. ej., como resultado de la uremia o el consumo de aspirina), el riesgo de sangrado aumenta.
Trombocitemia y trombocitosis
La trombocitemia esencial es una neoplasia mieloproliferativa (antes conocida como trastorno mieloproliferativo) que implica una hiperproducción de plaquetas debido a una anomalía clonal de una célula madre hematopoyética. No existe correlación entre el recuento de plaquetas y el riesgo de trombosis, pero algunos pacientes con trombocitosis extrema (> 1.000.000/mcL) desarrollan sangrado debido a la pérdida de multímeros del factor de von Willebrand de alto peso molecular.
La trombocitosis reactiva es la sobreproducción de plaquetas en respuesta a otro trastorno. Existen muchas causas, que incuyen infección aguda, trastornos inflamatorios crónicos (p. ej., artritis reumatoide, enfermedad inflamatoria intestinal, tuberculosis, sarcoidosis), deficiencia de hierro y algunos cánceres. La trombocitosis reactiva no se asocia típicamente con un mayor riesgo de trombosis o sangrado.
Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de grasa poliinsaturada. Su cuerpo no produce ácidos grasos omega-3 por sí solo. Usted tiene que obtenerlos de la alimentación.
Existen varios mecanismos a través de los cuales los omega 3 actúan en la célula. Algunos empiezan a partir de su incorporación en los fosfolípidos de la membrana celular. Esta incorporación, va a depender de un mayor consumo en la dieta y que sus mayores concentraciones se encuentran en los tejidos de la retina, corteza cerebral y en menor concentración en tejido adiposo, hepático y muscular. El primer mecanismo a través del cual se ha visto mejora algunos daños metabólicos como la resistencia a la insulina, ligado a la interrupción del paso de glucosa a la célula, es su capacidad de volverla flexible. Este mecanismo hace que algunos de las proteínas incrustadas en la membrana celular que actúan como receptores los vuelve más receptivos a los estímulos externos de la célula.
Los omega-3 son buenos para el corazón y los vasos sanguíneos de varias maneras.
Reducen los triglicéridos, un tipo de grasa en la sangre.
Reducen el riesgo de latidos cardíacos irregulares (arritmias).
Disminuyen la acumulación de placa en las arterias.
Ayudan a bajar ligeramente la presión arterial.
Estas grasas saludables también pueden ayudar con el cáncer, la depresión, la inflamación y el THDA. Los expertos en salud todavía están descubriendo todos los posibles beneficios de los ácidos grasos omega-3.
Bebés de 0 a 12 meses: 500 mg.
Niños de 1 a 3 años: 700 mg.
Niños de 4 a 8 años: 900 mg.
Varones de 9 a 13 años: 1200 mg.
Niñas de 9 a 13 años: 1000 mg.
Hombres adultos y ancianos: 1600 mg.
Mujeres adultas y ancianas: 1100 mg.
Embarazadas y lactancia: 1300-1400 mg.
El Omega 3 es probablemente seguro para la mayoría de las personas, incluyendo las mujeres embarazadas y en período de lactancia. Se recomienda consumir dosis bajas (3 gramos o menos al día).
Efectos secundarios que pueden presentarse:Eructos.
Acidez estomacal. Náuseas. Cambios en la percepción de los sabores. Dolor de espalda. Sarpullido.
La vitamina C, conocida científicamente como ácido ascórbico ( un cristal incoloro, inodoro, sólido, soluble en agua, con un sabor ácido. Es un ácido orgánico, con propiedades antioxidantes, proveniente del azúcar) es imprescindible para el desarrollo y el crecimiento.
El ácido ascórbico es uno de los reductores más potentes que existen en forma natural en los tejidos, y actúa como cofactor en un gran número de reacciones de hidroxilación y amidación, al transferir electrones a las enzimas que proporcionan equivalentes reductores. Por ello, es esencial en la formación y conservación de colágena y la matriz intercelular, en la síntesis de catecolaminas, síntesis de carnitina y esteroides, en el metabolismo de la tirosina y en la conversión de ácido fólico en ácido folínico. Asimismo, para incorporación del hierro a la ferritina y al catalizar la reducción de hierro férrico a su forma ferrosa. También es necesario para garantizar la integridad de la respuesta inmunitaria celular: aumenta la actividad fagocitaria de los leucocitos y favorece la cicatrización de las heridas.
La vitamina C se necesita para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo. Se utiliza para: Formar una proteína importante utilizada para producir la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos. Sanar heridas y formar tejido cicatricial.
¿Cómo se toma la vitamina C?
Los requerimientos diarios se cubren fácilmente con la ingestión de alimentos. En general, los adultos necesitan 50 a 60 mg al día; las mujeres gestantes o en etapas de lactancia, 80 a 100 mg.
No se recomienda su administración, o ésta debe vigilarse estrechamente en casos de gota, cistinuria y cálculos renales. Téngase en cuenta que los diabéticos, los pacientes predispuestos a litiasis renal recurrente, aquellos con dietas hiposódicas o sometidos a tratamiento anticoagulante, no deben tomar cantidades altas de ácido ascórbico durante periodos prolongados. Su administración precipita crisis de anemia falciforme en pacientes
TRASTORNOS PLAQUETARIOS O PROBLEMAS DE COAGULACIÓN *
Clave | Nombre |
6522 | GUANÁBANA Hojas C/T BSA. DE 060g |
6761 | TAPIRO Flor BSA. DE 060g |
6516 | ENDIVIA Hoja C /T BSA. DE 060g |
6677 | MANZANILLA Polen BSA. DE 060g |
6974 | CORDOBÁN Hoja C/T BSA. DE 060g |
6527 | ALFALFA BASTARDA Raíz BSA. DE 060g |
Forma de prepararse | Poner todas las plantas por partes iguales en un frasco grande de preferencia de vidrio con tapa y capacidad de 1 litro. Rotularlo con la fórmula. Agitar para mezclar la fórmula Agregar el contenido de 1 cucharada sopera de la fórmula en 1 litro de agua purificada o de preferencia de manantial. Que hierva la preparación 10 minutos y colar |
Modo de uso de las plantas | 1.- Tomar como agua de uso |
Clave | Nombre |
2500 | MALUNGAY Hojas (Moringa oleifera) con LISINA BSA. CON 060 |
2346 | GLUCOAMILASA con MULTIVITAMINICO BSA. CON 060 |
2471 | CONDROITINA BSA. CON 060 |
2375 | OMEGA 3 y VITAMINA C BSA. CON 060 |
Uso sugerido | Tomar una cápsula de cada una, antes de cada alimento |
La combinación de Omega 3 con Vitamina C disminuyen la acumulación de placa en las arteria
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