Publicado por RADIO LA VOZ DEL ÁNGEL el 14 de Septiembre del 2020
La ateroembolia por cristales de colesterol se considera una complicación de la enfermedad ateroesclerosa avanzada, y el riesgo es mayor cuando la afectación vascular es extensa. El término ateroembolia describe el desprendimiento de fragmentos de las placas de ateroma localizadas en la aorta, y/o en sus ramas principales, con la consiguiente migración distal y oclusión de la circulación arterial a distintos niveles. Las macroembolias se producen al desprenderse fragmentos de ateroma de placas ulceradas y/o inestables. Las microembolias, de menor tamaño, también se originan en las placas ateromatosas y pueden estar constituidas por agregados fibrinoplaquetarios o por cristales de colesterol, denominándose ateroembolia por cristales de colesterol, embolismo de colesterol o enfermedad por émbolos de colesterol. La migración de los cristales en el torrente sanguíneo ocluye las arterias de mediano y pequeño calibre (entre 100 y 200 µm) de diferentes órganos internos, y como consecuencia se produce un cuadro multisistémico en el que destaca la afectación renal y la clínica cutánea.
Aunque el embolismo de colesterol puede ser espontáneo, lo más frecuente es que exista un factor desencadenante que desestabilice la placa de ateroma de forma directa o indirecta. Los desencadenantes más frecuentes son los traumatismos de la pared arterial por maniobras angioinvasivas y los tratamientos con anticoagulantes y fibrinolíticos.
La primera descripción de este fenómeno se realizó en 1862 por Panum. Posteriormente, en 1945 Flory revisó 267 autopsias de cadáveres que presentaban lesiones aórticas graves, demostrando la existencia de cristales de colesterol en varios órganos vitales. También fue el primero en sugerir la importancia de las manifestaciones cutáneas asociadas a esta patología. En 1967, Moldveen-Geronimus y Merriam destacan la importancia del embolismo de colesterol como entidad clínica que conlleva implicaciones pronósticas relevantes. Karmody et al fueron los primeros autores en describir el «síndrome del dedo azul» para referirse a la isquemia digital aguda, secundaria a microembolias, término que comenzó a emplearse con frecuencia en publicaciones posteriores.
Aunque el padecimiento de ateroesclerosis es un requisito necesario para la embolia por cristales de colesterol, no es el único aspecto que debe tenerse en cuenta. La enfermedad puede aparecer de forma espontánea, pero con frecuencia existe un factor precipitante, como los procedimientos intervencionistas intravasculares (cateterismo cardíaco, cirugía de la aorta, angiografía), el tratamiento con fibrinolíticos sistémicos o locales, la administración de cumarinas y derivados, los traumatismos y la reanimación cardiopulmonar. También se han descrito casos asociados a aneurismas, sin que haya relación con el tamaño de los mismos.
Los elementos precipitantes conducen a la rotura de las placas ateromatosas de las arterias afectadas, bien mediante acción mecánica directa, o mediante desestabilización de los trombos que se forman sobre las placas de ateroma ulceradas, en el caso de los anticoagulantes y fibrinolíticos. Esto provoca la migración de cristales de colesterol liberados en el torrente sanguíneo, hasta enclavarse en arterias de mediano-pequeño calibre (100-200 µm). Como consecuencia, se produce de forma inmediata una reacción inflamatoria aguda con formación intravascular de trombos y activación del complemento. Posteriormente se produce proliferación endotelial con fibrosis final del vaso. Este fenómeno tardío podría explicar, según Dupont et al, el deterioro renal progresivo que tiene lugar de forma secundaria en estos pacientes. La microembolia por cristales de colesterol conduce a la isquemia y el posterior infarto de los órganos abastecidos por la red vascular implicada. Las fuentes embolígenas suelen ser la aorta abdominal y sus ramas ilíacas y femorales. El riñón, la piel (sobre todo la de los miembros inferiores) y el aparato digestivo se ven afectados con bastante frecuencia debido a este motivo. Cuando se implica el cayado existe afectación del sistema nervioso central y afectación ocular (placas de Holenhorst).
Potente antioxidante natural:
De todos los antioxidantes que existen este es considerado uno de los más potente y de gran importancia, algo que ha cargado de ese aura de té especial, y no es para menos.
Tiene efectos realmente buenos en las células del cuerpo, reduciendo su envejecimiento y manteniendo la fortaleza del mismo, es incluso tres veces mejor que el té verde en este sentido. Por eso, si quieres verte joven, esta es la fuente de la juventud que tanto buscaban los científicos.
Actúa a nivel cardiovascular
Evitando las enfermedades comunes, pues se encarga de eliminar las grasas malas de la sangre y fortaleciendo nuestro sistema cardiaco, manteniendo su constancia.
Pérdida de peso
Este es un té muy recomendado para las personas que deseen perder peso, pues actúa como un depurativo y limpia todo nuestro sistema para que funcione de la mejor forma.
Además, tiene efectos contundentes en el metabolismo, para acelerar así este mecanismo, evitando así el aumento de peso. Esto no lo transforma en una bebida milagrosa, ya que, como solemos decir, una dieta para bajar de peso debe estar compuesta de una mejora en la alimentación y en los hábitos de movimiento corporal.
Ideal para los diabéticos
Este es un tipo de té que es ideal para las personas que tienen problemas de diabetes o con el azúcar en sí. Pues actúa como una pared en el capilar, lo que no permite la entrada de glucosa al torrente sanguíneo, evitando la descompensación por falta de insulina.
Actividad en contra de los microbios
Esta infusión actúa a nivel del sistema inmune reduciendo los efectos de las bacterias a nivel general. Además, combate las bacterias que producen el mal aliento y los problemas dentales, ayudando a reestablecer la salud bucodental.
Estimula el sistema nervioso
El té blanco tiene efectos importantes como un activador del sistema nervioso, favoreciendo los procesos de aprendizaje, atención, memoria y cognición. Es por ello que se recomienda su consumo en personas que deseen mejorar el nivel de la actuación cerebral.
Otras propiedades que nos ofrece el té blanco serán las de proteger nuestros dientes gracias al fluor así como la de mantener a ralla la fatiga física o mental incrementando la concentración y la memoria.
¿Cómo se toma el té blanco?
Se usa al 2.5% para preparar en infusión. Para optimizar la preparación del té blanco para beber se usa agua fría corriente sin calentar. Esta se calienta entre 60 a 70 grados Celsius, sin que llegue a hervir y se deja enfriar. En ese momento se añade el té.
SÍNDROME DEL CORAZÓN ROTO
Clave | Nombre |
6903 | MAGNOLIA JAPONESA Pétalos BSA. DE 060g |
6854 | INGO DE CHINA Goma BSA. DE 060g |
6918 | ZARZAPARRILLA BLANCA Raíz BSA. DE 060g |
6805 | YOLOXOCHITL Pétalos duros BSA. DE 060g |
6975 | BIOSTEVIA ORGANICA BSA. DE 060g |
6841 | GARFIO DEL DIABLO Raíz BSA. DE 060g |
Forma de prepararse | Poner todas las plantas por partes iguales en un frasco grande de preferencia de vidrio con tapa y capacidad de 1 litro. Rotularlo con la fórmula. Agitar para mezclar la fórmula Agregar el contenido de 1 cucharada sopera de la fórmula en 1 litro de agua purificada o de preferencia de manantial. Que hierva la preparación 10 minutos y colar |
Modo de uso de las plantas | 1.- Tomar después de cada alimento |
Clave | Nombre |
2362 | VALERIANA AMARILLA Aceite con 5-HTP BSA. CON 060 |
2515 | TÉ BLANCO BSA. CON 060 |
1983 | YUMEL (Malmea depressa) BSA. CON 060 |
2412 | TIBURÓN SALMÓN Y VITAMINA E (Aceites) BSA. CON 060 |
Uso sugerido | Tomar una cápsula de cada una, antes de cada alimento |
El té blanco que es ideal para las personas que tienen problemas de diabetes, es eficaz para reducir el colesterol
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