Publicado por RADIO LA VOZ DEL ÁNGEL el 18 de Mayo del 2021
Hasta hace poco tiempo, los estudios nutricionales se centraban esencialmente en la población infantil y en la adulta. En la actualidad, debido sobre todo al aumento que se ha producido en la esperanza de vida, estos análisis se han dirigido hacia el segmento de la población anciana. Una alimentación inapropiada, sobre todo a edades avanzadas, induce cambios en la composición corporal y en las funciones fisiológicas, favoreciendo también la aparición de malnutrición (más manifiesta en ancianos que viven solos) y el desarrollo y progresión de determinadas enfermedades.
La correcta alimentación de las personas mayores es una parte fundamental de una vida saludable. El impacto de la malnutrición en este grupo de población supone, tanto si se trata de personas sanas o con patologías establecidas, un mayor riesgo de contraer enfermedades e incluso de mortalidad, la aparición de deterioro cognitivo, anemias, dificultad para controlar muchas enfermedades y una aceleración de las enfermedades degenerativas, que ya de por sí producen malnutrición.
Además, hay que tener en cuenta que el proceso de envejecimiento afecta a la función digestiva, de tal modo que se reduce la absorción intestinal de los nutrientes, pudiendo ocasionar en las personas mayores cuadros de desnutrición, aun cuando éstas requieran una menor cantidad de energía y, como consecuencia, necesiten comer menos.
No obstante, los cambios que se producen en el organismo con la edad exigen aumentar la ingesta de determinados nutrientes para mantener una alimentación equilibrada que cumpla con sus necesidades nutricionales, impuestas por las consecuencias del deterioro asociado al envejecimiento. De hecho, en las personas mayores la alimentación cumple una función preventiva importante.
Para ello, conviene seguir algunas recomendaciones básicas relativas a la nutrición:
La dieta debe ser variada para asegurar que contenga todos los nutrientes necesarios.
Hay que reducir el consumo de grasas saturadas (carne roja y embutidos) y aumentar las grasas con ácidos esenciales omega-3 y omega-6, contenidos en ciertos pescados (salmón, sardinas, etc.)
También hay que incrementar el consumo de grasas vegetales, preferiblemente mediante el consumo de aceite de oliva. Hay muchos alimentos envasados en cuya composición se mencionan los aceites vegetales, pero sin especificar su procedencia, ya que puede tratarse de aceites de coco, palma o palmiste, que tienen un alto contenido en grasas saturadas.
La leche y los derivados lácteos hay que tomarlos descremados o, en todo caso, semidescremados.
Es importante aumentar el consumo de frutas, legumbres, verduras y cereales, dado su elevado contenido en nutrientes importantes (vitaminas y minerales) y fibra, esencial para mantener la motilidad intestinal y evitar el estreñimiento.
Es necesario aumentar el consumo de calcio (lácteos) y vitamina D. Esta última es esencial para la correcta absorción del calcio y basta exponer la piel al sol unos 20 minutos diarios (paseos) para obtener la cantidad necesaria.
Se debe limitar el consumo de sal y azúcar (dulces).
Ingerir mucho agua a lo largo del día, preferiblemente fuera de las comidas y en pequeñas cantidades. Además de prevenir el estreñimiento, de esta manera se asegura una correcta hidratación del organismo.
CONSEJOS ANTE LOS SÍNTOMAS Y ENFERMEDADES MÁS FRECUENTES EN LOS ANCIANOS:
Trastornos del gusto: La alteración de la sensibilidad a determinados sabores puede conducir a un aumento o rechazo del consumo de algunos alimentos; por ejemplo, algunos ancianos ante la escasa percepción del sabor salado exageran el consumo de sal y éste puede agravar su patología de base (insuficiencia cardíaca, cirrosis, etc.). En estas situaciones se debería potenciar la condimentación (especias, ajo, hierbas aromáticas, etc.) y las técnicas culinarias o combinaciones de alimentos (sofritos, marinados, escabeche, etc.) para incrementar el sabor sin aumentar el aporte de cloruro sódico.
Disfagia: La disfagia a sólidos se puede aliviar licuando los alimentos. Algunos, como los frutos secos, requieren el uso del mortero, luego mezclarlos con un líquido en la batidora eléctrica y, finalmente, pasar la preparación por la coladera para eliminar los restos sólidos. La disfagia a líquidos mejora con el uso de espesantes como la gelatina, el almidón, la harina de maíz, la papa o el huevo batido, que, mezclados con líquidos y con la preparación adecuada, dan texturas como flanes, purés, cremas, pudines, etc., permitiendo la hidratación oral del paciente y la inclusión de alimentos líquidos en la dieta.
Náuseas y vómitos: Ante la presencia de náuseas y vómitos, deberá aportarse una dieta pobre en grasas, con alimentos poco condimentados y que desprendan poco olor. La textura líquida o semilíquida facilita aportes de mayor densidad energética, fraccionados durante los períodos de calma. Los alimentos a temperatura ambiente o fría mejoran la tolerancia. Ingeridos en pequeños volúmenes e intervalos frecuentes son mejor aprovechados. Durante y después de la ingesta deberá mantenerse al paciente en posición sentada o incorporada.
Diarrea: Las indicaciones dietéticas en caso de diarrea deben hacer énfasis en fragmentar la ingesta en pequeñas cantidades, frecuentemente y tomar los alimentos y bebidas tibios o a temperatura ambiente.
Por las propiedades nutritivas y los componentes del amaranto (proteínas, vitaminas, minerales, aminoácidos, fibra y grasas) es recomendado para prevenir y ayudar a curar afecciones como la osteoporosis, en diabetes mellitus, obesidad, hipertensión arterial, estreñimiento y diverticulosis, insuficiencia renal crónica, insuficiencia hepática, encefalopatía hepática, alimento apto para celíacos, dieta para personas con autismo.
Se recomienda a pacientes con problemas bucodentomaxilares, geriátricos, desnutridos y oncológicos, en dietas hiperenergéticas e hiperproteícas; hipocolesterolemiante. Por su contenido energético también es beneficioso para pacientes con requerimientos calóricos elevados.
El amaranto ha sido aprovechado desde tiempos prehispánicos: las hojas se utilizaron para infusión contra la diarrea no sólo por su valor nutritivo, sino también por las propiedades médicas que se le atribuyen y se han confirmado con las investigaciones realizadas durante los últimos años.
La semilla se emplea para la preparación de diversos alimentos. Las hojas se usan en decocción de 50 gpor litro de agua, como astringente por vía interna. Se puede hasta cuadruplicar la concentración para aplicación externa (gargarismos e irrigaciones).
No iene ninguna ocntraindicación
MALNUTRICIÓN GERIÁTRICA *
Clave | Nombre |
6821 | AMARANTO Semilla BSA. DE 060g |
6825 | BETABEL Raíz BSA. DE 060g |
6882 | SÉSAMO Semilla BSA. DE 060g |
6747 | ROSA DE CASTILLA IMP. Flor BSA. DE 060g |
6610 | FENOGRECO Semilla BSA. DE 060g |
6592 | DAMIANA DE CALIFORNIA Hojas BSA. DE 060g |
Forma de prepararse | Poner todas las plantas por partes iguales en un frasco grande de preferencia de vidrio con tapa y capacidad de 1 litro. Rotularlo con la fórmula. Agitar para mezclar la fórmula Agregar el contenido de 1 cucharada sopera de la fórmula en 1 litro de agua purificada o de preferencia de manantial. Que hierva la preparación 10 minutos y colar |
Modo de uso de las plantas | 1.- Tomar como agua de uso |
Clave | Nombre |
2377 | BROMELINA CON PAPAÍNA (enzimas) BSA. CON 060 |
2357 | PASTO DE TRIGO Aceite BSA. CON 060 |
2335 | TORTUGA Aceite BSA. CON 060 |
2322 | TAURINA BSA. CON 060 |
Uso sugerido | Tomar una cápsula de cada una, antes de cada alimento |
El amaranto se recomienda a pacientes con problemas bucodentomaxilares, geriátricos, desnutridos y oncológicos
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